INTERESANTE ARTÍCULO SOBRE LOS KIPUS
EL USO DEL KHIPU SE EXTENDIÓ 150 AÑOS DENTRO DE LA
CONQUISTA
Así intitula el diario “El
Comercio”, un interesante artículo sobre este sistema de escritura y
contabilidad, que tuvieron los incas, a nivel de perfección e instrumento de
gobierno sobre un país que casi abarcaba toda Sudamérica. Lo usaron mejor que
las actuales computadoras para el gobierno político donde los ciudadanos
ofrecían justos tributos y la justicia caminaba a perfección de tal modo que se
tuvo un pueblo sin ladrones, mentirosos, ni holgazanes.
En mi larga trayectoria de
periodista tuve la suerte de hablar sobre los kiphu con historiadores,
investigadores que cita la autora del artículo y con charlatanes que incluso
afirmaban leer este sistema. Pero cuando les invitaba ir al Museo Nacional de
Pueblo Libre a leerlos, se negaban.
Y lo más esencial es que no
sabían quechua, que posiblemente, debe conocer la articulista Nelly Luna cuyo
trabajo insertamos. Casi con todos los tratadistas (por supuesto menos con los
cronistas) conversé sobre los hilos anudados y de diferentes colores. Es
curioso que no mencionen que los Q’eros en Paucartambo, Cusco, los sigan usando
como cuando, llegó allá la Expedición Científica de la Universidad del Cusco en
que este autor formó parte en representación del diario “La Prensa” de Pedro
Beltrán que financió la investigación que presidió el Dr. Oscar Núñez del Prado
y la integró el marxista Efraín Morote Best y otros prominentes catedráticos de
la década del 50 al 60 del siglo pasado.
Algunos aportes:
Se sostenía que el hamawt’a
(sabio) llamado Illa fue el inventor del khipu en el gobierno de Mayta Qhapah
(Capac). Las investigaciones arqueológicas demuestran que otras culturas
anteriores ya las habían usado. Nuestro amigo Antonio del Busto, brillante
historiador, dice que para Cieza (cronista) “es un ramal grande de cuerdas
anidadas”. Eran de diferentes tamaños. Se leían de derecha a izquierda según
Guamán Poma de Ayala.
Ray Domingo de Santo Tomás, e que
puso la denominación de Kichua a nuestro idioma, dice que en nuestra cultura no
hubo escritura pero “había una ingeniosa manera de ciertas cuentas (khipu) y
señales”. Garcilaso de la Vega dice: “El nudo dice la cantidad no la palabra”.
Murúa se maravilló del sistema y Cieza quedó con la boca abierta en descripción
de Del Busto. En los khipu “al cabo de un año, diez años o 20 años” podía
enterarse quién había perdido un par de alpagatas o cuánto y en qué había
cumplido con el tributo al inca. Se cuenta que en Jauja el Khiu Kamayuh de dio
una información exacta y precisa leyendo el khipu.
El P. Acosta (también cronista)
escribe: “ Así como nosotros (los españoles) de 24 letras, guisándolas en
distintas maneras, sacamos una infinidad de vocablos, así estos indios, de sus
nudos y colores sacaban innumerables significaciones de cosas”.
Guamán Poma es categórico al
afirmar: “Radicati di Primigio, con quien conversamos varias veces para “La
Prensa”, quien es uno de los mejores estudiosos del Khipu, divide en tres: a)
Estadístico. b) ideográfico simple y c) Ideográfico perfecto.
Khipu Kamayuh eran los maestros o
peritos en escribirlos y leerlos. Las cuerdas en su casi totalidad fueron de
algodón y rarísimas veces de lana.
En esta tarea de difundir lo
nuestro y después de haber participado en foros nacionales, de los países
distintos de América y de Europa y haber dado una conferencia en las Naciones
Unidas, suplico a nuestros estudiosos y a la juventud voltear su inteligencia
hacia nuestra propia nacionalidad. Tenemos maravillas que los extranjeros se
deleitaron en estudiar. Y, cosa curiosa, nosotros miramos más al extranjero. En
eso nos llevan ya lejos y quizá los alcancemos. Pero en nuestros Andes está el
misterio que hay que rebelar. Hay demasiado para que se queden boquiabiertos
como el cronista que estudió los quipus. Pero sabía quechua y era estudioso de
la cultura de este pueblo. Les invitamos a nuestros cursos de quechua que, sin
falta a la verdad, se enseña mejor que en cualquier lugar de nuestro Perú.
Y ahora con Ustedes NELLY LUNA
AMANCIO en su hermoso estudio sobre los KHIPU:
“Lo primero, hijo mío, has de
pensar bien tus pecados, y hacer quipo de ellos”.
III Concilio Limense.1583-1584
En 1622 el párroco de
Andahuaylillas (Cusco ), Juan Pérez Bocanegra –cusqueño y gran conocedor del
quechua y el aimara–, escribió un texto que siglos después nos daría luces
sobre el uso del quipu durante la Colonia: el quipu confesional. El sacerdote
dedicó varias páginas de su “Ritual formulario” a describir cómo los indígenas
acudían a confesarse con quipus en los que registraban sus pecados. A Pérez
Bocanegra no le agradaba tal práctica. Había descubierto que sus parroquianos
reutilizaban los cordeles en diferentes situaciones y, a veces, incluso se los
prestaban a otros.
La historia de Pérez Bocanegra
nos ayuda a entender los usos de los quipus después de la Conquista. Las
investigaciones más recientes nos revelan que el empleo de estos instrumentos
no solo comenzó antes del Estado Inca, sino que se prolongó durante la Colonia.
Se creía –y así se continúa enseñando en algunas escuelas– que los españoles
suprimieron todos los quipus y que persiguieron a los quipucamayoc, pero en los
últimos años se han descubierto documentos que iluminan la historia de este
medio en los siglos XVI y XVII.
LA VERSIÓN COLONIAL
¿Cuánto más sabemos hoy de los
quipus? Hay más certezas, pero también más preguntas. “Tenemos que reconfigurar
la idea de que los quipus se usaron solo durante el período inca. Su uso se
extendió hasta 150 años después de la llegada de los españoles. Hay
documentación que señala que también se utilizaban en los tribunales, en la
mita, las encomiendas y las cuentas nacionales”, precisa el historiador Marco
Curatola , profesor de la Universidad Católica y uno de los editores del libro
“El quipu colonial”, que recoge los más importantes y recientes estudios
alrededor de estos.
Las investigaciones mencionan que
las décadas anteriores y posteriores al III Concilio de Lima (entre 1582 y
1585, cuando se definieron los asuntos de la evangelización indígena) los
quipus tuvieron gran aceptación inicial como ayuda para aprender oraciones y
recordar los pecados antes de la confesión.
Según el estudio del profesor
Galen Brokaw, si bien el número de referencias a los quipus en documentos
oficiales se reduce dramáticamente a partir de 1583, “existen muchas evidencias
de que hubo continuidad en el uso de estos instrumentos en la administración de
comunidades locales”. Brokaw señala que incluso en 1639 varias comunidades
indígenas incluían en su organización el puesto oficial de quipucamayoc.
Según el especialista, aun cuando
el III Concilio de Lima prohibió el uso de quipus, estos continuaron siendo
útiles. ¿Entonces por qué dejaron de usarse? “La caducidad de este medio se
debió más a la difusión del alfabetismo y al deterioro de las instituciones
socioeconómicas tradicionales que a la supuesta prohibición universal de este
medio”, concluye Brokaw.
PRUEBAS DE CARBONO
Hay certezas alrededor de los
quipus. Se sabe que era un sistema muy sofisticado de contabilidad y memoria de
hechos históricos de los incas. Se sabe también que el sistema de cuentas era
decimal, pero lo que no sabemos es qué registran: “No sabemos si se refieren a
animales o a otra cosa. Eso falta responder y en ese tema cada especialista
tiene su opinión”, dice José Carlos de la Puente, otro de los editores del
libro de la PUCP.
Un gran problema a la hora de
analizar estos instrumentos ha sido la falta de contexto arqueológico. La
mayoría de quipus fueron saqueados y terminaron en manos de coleccionistas
privados.
Entre América y Europa se han
contabilizado 734 ejemplares. La colección más grande de quipus está en
Alemania: el Museo Etnográfico de Berlín tiene 350. Adicionalmente, se calcula
que en colecciones privadas puede haber otros 200.
Durante años se ha creído que
estos quipus eran incas, pero las pruebas de radiocarbono hechas a 13 de estos
ejemplares –analizadas por Elmo León, investigador del Museo Nacional de
Arqueología, Antropología e Historia del Perú– muestran que la mayoría
provendría de la época colonial. Para Curatola y De la Puente, les resulta
sorprendente que “ninguno de los cordeles hasta ahora fechados haya resultado
pertenecer a ciencia cierta al tiempo del Tahuantinsuyo”.
Además de estos resultados, ahora
se sabe que de los cientos de ejemplares de quipus hoy existentes, ninguno
proviene del corazón del Estado Inca, el Cusco. La mayoría procede de la costa
peruana, y de ellos, 133, de Pachacámac. “No es que no hayan existido quipus de
la época inca, solo que estos no habrían resistido el paso del tiempo”, aclara
Curatola. En la costa, la ausencia de lluvias y la aridez del subsuelo sí
habrían permitido la conservación de estas piezas.
EL QUIPU ROSETTA
Uno de los esfuerzos más
ambiciosos –y el más importante en este momento– para estudiar los quipus está
en Estados Unidos. El Khipu Database Project, auspiciado por la Universidad de
Harvard, tiene una detallada base de datos sobre la estructura, color y número
de 600 ejemplares estudiados. Su director, Gary Urton, es el experto en quipus
más importante del planeta.
Uno de los últimos estudios de
este proyecto revela lo que podría significar –de confirmarse la hipótesis– el
hallazgo de un quipu rosetta (en alusión a la piedra que permitió comprender
los jeroglíficos egipcios): un quipu cuyos nudos muestren correspondencia con
un documento de la época colonial.
Urton explica que durante ese
período los españoles llamaban a los quipucamayoc para que leyeran sus quipus
mientras que un intérprete traducía al castellano y un escribano tomaba
registro de las cuentas y memorias del Estado Inca. Entonces, si había quipus
transcritos al castellano habría que encontrar un ejemplo de esta
transcripción.
Y Urton cree haberlo encontrado.
Ha hallado un documento que registra el tributo que debían pagar los pobladores
de una comunidad del valle del Santa. Simultáneamente, en el Museo Temple
Radicati de la Universidad San Marcos ha encontrado seis quipus procedentes de
esta zona cuyos hilos están organizados en 132 reparticiones, que coinciden
precisamente con los 132 nombres que aparecen en el documento. Aunque aún no
hay certezas sobre el hallazgo, el equipo del proyecto espera que la
investigación pueda dar muchas más luces para entender la estructura narrativa.
Las crónicas hablan no solo de
quipus contables, sino también de aquellos que narraban los mitos y las hazañas
históricas de las familias reales. ¿Estamos lejos de entender estos quipus
narrativos?, le preguntamos al profesor Curatola. “Honestamente quisiera que se
encuentre la clave. ¿Cuándo se podrá lograr eso? No lo sabemos. No creo que sea
en un tiempo breve”, dice, y se sorprende: “Lo más extraño de todo es que
teniendo cronistas tan brillantes en ese período, ninguno nos dejó una explicación
de cómo funcionan”.
Las investigaciones hurgan en las
historias que estos nudos encierran. Comprenderlas, como dicen los
investigadores, nos permitirá conocer no solo “los pormenores de la
organización administrativa del más grande imperio de la América antigua, sino
también las circunstancias de la vida económica, social y religiosa de los
pueblos andinos durante la Colonia”.
USO EN LA ADMINISTRACIÓN ANDINA
CIENTOS DE CORDELES
Los quipus se fabricaban con
fibras de algodón o camélido, hiladas y retorcidas. Contienen entre uno y 1.500
cordeles colgantes. El número promedio de estos cordeles en los ejemplares
analizados por el proyecto de investigación de la Universidad de Harvard es de
84. Los nudos, por lo general, son de tres tipos distintos.
LAS CUATRO OPERACIONES
Las operaciones aritméticas y
matemáticas usadas por los contadores incas incluían la suma, resta,
multiplicación y división. El tributo inca tenía la forma de un impuesto
laboral que se aplicaba a todos los hombres de buena salud, entre los 18 y 50
años.
EL EJEMPLAR CONFESIONAL
El texto que escribió en 1622 el
sacerdote Juan Pérez Bocanegra, “Ritual formulario”, publicado en 1631,
contiene mucha información sobre cómo observar los usos que los indígenas
cusqueños daban a los quipus confesionales.
NORMA DEL VIRREY TOLEDO
Entre 1570 y 1581, el virrey
Francisco de Toledo incorporó oficialmente el quipu al sistema administrativo
del Virreinato. Diversos documentos analizados señalan que, a pesar de la
prohibición de la Iglesia Católica, los quipus continuaron utilizándose en la
administración de las comunidades andinas.
LOS AUTORES
MARCO CURATOLA PETROCCHI
Profesor principal de Historia
del Departamento de Humanidades y director del Programa de Estudios Andinos de
la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Actualmente es tinker
visiting profesor del Departamento de Antropología de la Universidad de
Chicago.
JOSÉ DE LA PUENTE LUNA
Profesor asistente del
Departamento de Historia de la Texas State University-San Marcos y docente del
doctorado del Programa de Estudios Andinos de la PUCP.
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nudo, lo que representan y otros misterios.
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